Constructos teóricos sobre el constructivismo propuesto por Julián de Zubiría
RESUMEN
Miguel de Zubiría, creador de la Pedagogía Conceptual, nos permite apreciar cómo el desarrollo de los niños y jóvenes de nuestro tiempo, únicamente lo logran a través de sus mediadores (profesores, padres, amigos, hermanos mayores) la comprensión del mundo en que lo rodea. Además, señala que el desarrollo de las competencias cognitivas, socioafectivas y prácticas, mejora sustancialmente la interacción del ser humano con su entorno, pero también resalta que cambiar esta situación será muy lenta en los próximos años, dado que significará dar un giro radical a los paradigmas que hasta hoy se tienen sobre los significados de la educación tradicional vs la educación moderna.
En este sentido, el presente ensayo trata de contestar la interrogante siguiente: ¿qué constructos teóricos sobre el constructivismo propuesto por Julián de Zubiría se podría aplicar en la pedagogía universitaria del siglo XXI?
INTRODUCCIÓN
La sociedad se construye día a día y es precisamente la universidad, como máximo rector de la formación personal, un agente de transformación social que dinamiza esta construcción. Hoy por hoy, las sociedades tienen problemas y la formación universitaria se debe cuestionar a qué situaciones problemáticas puede y debe encontrar una respuesta, lógicamente una interpelación en su sistema educativo. Es pertinente, pues, formar a los universitarios desde una perspectiva sistémica e intencional en una escala de valores sociales y actitudes coherentes desde su realidad para lograr una formación no solo profesional, sino integral; de tal manera que se adapte a este nuevo entorno histórico cultural.
Por lo tanto, es necesario estructurar soluciones, al menos parciales desde sus inicios, a los problemas sociales, teniendo en cuenta el desarrollo de la creatividad y la originalidad.
Ramos (2002), respecto al informe Delors, refiere: "… Ya no basta con que cada individuo acumule al comienzo de su vida una reserva de conocimientos a la que podrá recurrir después sin límites. Sobre todo, debe estar en condiciones de aprovechar y utilizar, profundizar y enriquecer ese saber y de adaptarse a un mundo en permanente cambio". (P. 87)
En consecuencia, la educación se sostiene en cuatro pilares fundamentales del conocimiento: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser. Esto significa que la educación debe contribuir al desarrollo global de cada individuo hasta trascender a persona humana.
Por otro lado, Ramos (2002) sostiene que "… de los numerosos estudios realizados en países en desarrollo se desprende que estos consideran que su fruto estará estrechamente vinculado a la adquisición de la cultura científica que les permitirá acceder a la tecnología moderna, sin descuidar, por ello, las capacidades concretas de innovación y creación inherentes al contexto local". (P. 93)
En este sentido, emerge el paradigma constructivista que asume el conocimiento como una construcción mental resultado de la actividad cognitiva del sujeto que aprende. Concibe el conocimiento como una construcción propia, que surge de las comprensiones logradas a partir de los fenómenos que se quieren conocer.
El constructivismo tiene sus raíces inmediatas en la teoría de Jean Piaget sobre el desarrollo de la inteligencia, denominada epistemología genética, y sus raíces remotas en el fenomenalismo de Emmanuel Kant, quien afirmó que la realidad "en sí misma" o noúmeno no puede ser conocida. Solo pueden conocerse los fenómenos, es decir, la manera como se manifiestan los objetos al sujeto o conocedor.
No obstante, desde la epistemología genética la génesis del conocimiento es resultado de un proceso dialéctico de asimilación, acomodación, conflicto, y equilibración.
El término ‘constructivismo’ forma parte del lenguaje educativo y se ha convertido desde hace tiempo en una palabra muy utilizada, tanto para explicar el enfoque de los planes y programas oficiales de educación básica como por aquellos maestros e investigadores que pretenden ubicar su discurso dentro de la vanguardia pedagógica.
El vocablo es una aglutinación de ideas relacionadas con la adquisición del conocimiento y, por eso, conviene aclarar que no existe una teoría constructivista, sino un conjunto de visiones epistemológicas, psicológicas, educativas y socioculturales sobre el aprendizaje que tienen sus raíces en las investigaciones de muchos autores y escuelas de pensamiento, tales como los seguidores de la corriente Gestalt, Piaget, Wallon, Vygotsky, Bruner, Dewey, Gagné, Ausubel y Novak, entre otros.
No podemos hablar de la teoría del constructivismo, pero sí podemos hablar de aproximaciones constructivistas que han sido adaptadas específicamente para las Matemáticas, las Ciencias Naturales, la Psicología Educativa, la Antropología, la Historia, la Filosofía o la Informática, por ejemplo. Algunas de estas visiones consideran que la adquisición del conocimiento es un proceso gradual que tiene lugar en el propio sujeto mientras que otras contemplan la interacción social como determinante en este proceso cognitivo progresivo.
Zubiría (2005),Director del Instituto Alberto Merani, en una conferencia sobre Competencias que fuera organizado por la Asociación Colombiana de Ingenieros ACIEM, señaló que el desarrollo de las competencias cognitivas, socioafectivas y prácticas, mejora sustancialmente la interacción del ser humano con su entorno, pero resaltó que cambiar esta situación será muy lenta en los próximos años, dado que significará dar un giro radical a los paradigmas que hasta hoy se tienen sobre los significados de la educación tradicional vs la educación moderna.
En este sentido, cabe preguntarse, ¿qué constructos teóricos sobre el constructivismo propuesto por Julián de Zubiría se podría aplicar en la pedagogía universitaria del siglo XXI?
DESARROLLO
Mendoza (2000), afirma que: … "se hace necesario que el diseño de políticas educativas considere las múltiples contradicciones y potencialidades de dos macroprocesos: la globalización de las economías y la integración de dichas economías a través de diversos instrumentos que regulan los términos de los acuerdos socio-institucionales". (P.343)
En consecuencia, el siglo XXI exige nuevos y profundos cambios al sistema educativo. Reich (1993) propone como principales lineamientos de la escuela del futuro el favorecimiento de las operaciones de análisis; la formación de un pensamiento sistémico y global; el desarrollo de la habilidad para trabajar cooperativamente; y la exigencia de formar individuos creativos.
El siglo XXI se adentra cada vez más en la "era de la información". Las técnicas pedagógicas necesitan adaptarse al proceso de transformación; desde que son muy pequeños, los niños necesitan aprender a comunicarse, cooperar, solicitar y trabajar con sus compañeros para comprender mejor sus conocimientos y el mundo que los rodea.
Miguel de Zubiría, creador de la Pedagogía Conceptual, nos permite apreciar cómo el desarrollo de los niños y jóvenes de nuestro tiempo, únicamente lo logran a través de sus mediadores (profesores, padres, amigos, hermanos mayores) la comprensión del mundo en que lo rodea.
Esto no quiere decir que los niños son lienzos en blanco donde podemos diseñar a nuestro gusto las apreciaciones que nosotros tenemos del mundo, pero le ayudamos a comprender a través de operaciones intelectuales este mundo lleno de instrumentos del conocimiento.
Zubiría (2001) sostiene que: "… desde el punto de vista pedagógico resulta, así mismo, preocupante la indiferenciación establecida entre niños, jóvenes y adolescentes, que se vislumbra en las posturas cognitivas actuales, ya que implica ‘echar por la borda’ una de las ideas piagetanas de mayor importancia para reflexionar en la educación futura: la existencia de periodos claramente marcado". (P. 217)
Zubiría manifiesta lo anterior, porque a través de los estudios realizados con una base fuerte el los estadios de Piaget, la Pedagogía Conceptual ha tratado de esquematizar el desarrollo de los Instrumentos del Conocimiento de cada unos de los niños junto con sus Operaciones Intelectuales. Afirma que entre mayor es el avance de los niños y jóvenes los niveles de pensamiento se vuelven más complejos, más abtractos y más generales.
También afirma, acerca del constructivismo, si este garantiza la comprensión lectora en los estudiantes, lo siguiente: "… el constructivismo tiende a subvalorar el papel y las posibilidades que genera la lectura. Al rechazar los métodos receptivos como posibilidad de aprendizaje y sobrevalorar los de invención, el espacio para la lectura queda claramente reducido". (P.218)
Vale aclarar que si bien es cierto, que el constructivismo no se opone abiertamente al desarrollo de los procesos lectores por privilegiar las actividades, los talleres, etc.; no obstante, tiene un peso exiguo.
Zubiría (2001) asevera, sobre si el constructivismo desarrolla un estudiante autónomo intelectual y valorativamente que carece de formulaciones sistemáticas en la formación valorativa. Su tendencia cognitiva es visiblemente abierta, además no establece escalones en el proceso orientado a favorecer el desarrollo de la autonomía en el estudiante.
Respecto a la evaluación, en la que demuestran su postura radical en lo cualitativo y la defensa de esquemas alternativos, ha ocasionado que se adopte en varios países la promoción automática en desmedro de la formación autónoma de los estudiantes. Esto significaría, entre otras consecuencias, que el estudiante abandone sus responsabilidades; ya que al saber que de todas maneras será promovido a fin de año, le dará lo mismo que estudie o no.
En relación a que si el constructivismo garantiza la formación de individuos verdaderamente interesados por el conocimiento, refiere que se podría pensar que no; ya que sobrevalora las posibilidades y capacidades de los alumnos y es debido a ello que su pretensión de partir de los intereses posiblemente no genere en la práctica un desarrollo y consolidación del interés por el conocimiento.
Finalmente, señala si bien el constructivismo reconoce, garantiza y promueve la diferenciación individual; sin embargo, no parece orientarse a la formación de personas solidarias. En este sentido, Carretero (1994) manifiesta que: "Debido precisamente a ello, lo colectivo, lo grupal, la necesidad social, el interés por los otros e incluso las aspectos afectivo-emocionales han sido prácticamente olvidados pro las concepciones constructivistas de moda y en boga en nuestros días". (P. 225)
CONCLUSIONES
Por tanto, podríamos concluir que el constructivismo, como teoría pedagógica que respaldan el enfoque cognitivo, se origina en los fundamentos que sobre el tema han aportado principalmente las investigaciones de autores como Piaget, Ausubel y Vigotsky. Sus respectivos postulados generales son la relación directa entre la estructura cognitiva del individuo y su edad; el sujeto se torna constructor activo por razón de los conocimientos previos y la influencia que lo social ejerce para incrementar las capacidades particulares.
El constructivismo, en palabras de Mario Carretero, es "...la idea que mantiene que el individuo -tanto en aspectos cognitivos y sociales del comportamiento como en los afectivos- no es un mero producto del ambiente ni un simple resultado de sus disposiciones internas, sino una construcción propia que se va produciendo día a día como resultado de la interacción entre esos dos factores. En consecuencia, según la posición constructivista, el conocimiento no es una fiel copia de la realidad, ni es igual en todos los individuos, sino una construcción de cada uno. ¿Con qué instrumentos realiza la persona dicha construcción? Fundamentalmente con los esquemas que ya posee, es decir, con lo que ya construyó en su relación con el medio que le rodea". (P.14)
Algunos principios de la teoría constructivista que se podría aplicar en la pedagogía universitaria del siglo XXI son los siguientes:
1. El aprendizaje activo: implica que el aprendiz haga.
2. Cuando se aprende, también se está aprendiendo a aprender.
3. El proceso fundamental en la construcción de significados es mental.
4. El lenguaje utilizado influye en el aprendizaje.
5. El aprendizaje es una actividad social.
6. El contexto influye decisivamente en el aprendizaje.
7. El aprendizaje está fuertemente determinado por el aprendizaje anterior.
8. Aprender requiere de tiempo.
9. La motivación es un aspecto esencial en el aprendizaje.
10. Debe promoverse el valor de que los estudiantes se conviertan en autodidactas.
El constructivismo, por tanto, resulta esencial para comprender el problema del aprendizaje. Sin embargo la práctica educativa no está basada actualmente en elementos constructivistas. Como dice Miguel de Zubiría, "El niño es una tábula rasa sobre la que se van imprimiendo desde el exterior saberes específicos; la función de la escuela consiste en dirigir esta transmisión de una manera sistemática y acumulativa. Todas las escuelas tradicionales aceptan de hecho la concepción anterior sobre el niño, el aprendizaje y la escuela". (P. 160)
Concerniente a la metodología responde al constructivismo especialmente el aprendizaje significativo y el pensamiento conceptual:
De Vygotsky retomaríamos "la zona d desarrollo próximo o ZDP y lo referente a la palabra-concepto la influencia socio cultural.
De Ausubel la teoría de la asimilación y los tipos de aprendizaje.
De los hermanos Zubiría los mentefactos y la teoría de las seis lecturas.
De los neopiagetianos el aprendizaje cooperativo.
Del PNL recogeremos los sistemas representativos, el sistema representativo preferido y el acceso a los estados deseados.
Desde el punto de vista de la Programación Neurolingüítica haremos huso del modelo R.O.L.E y del modelo T.O.T.E, así mismo de otras claves que nos puedan ayudar en nuestros objetivos.
Desde el punto de los modelos pedagógicos es de interés, como ya se ha expuesto, desarrollar una propuesta desde el punto de vista constructivista con ayuda de la Pedagogía Conceptual (muy a pesar – me imagino – de los Hermanos Zubiría.)
El modelo pedagógico conceptual, tomado de Julián de Zubiria, ya no trata de transmitir información, sino de desarrollar la capacidad del alumno de realizar inferencias inductivas y deductivas ante la gran variedad y cantidad de conocimientos que la ciencia moderna genera y produce.
Finalmente, Yslado (2003) sostiene que "Lo más resaltante de la propuesta de la UNESCO para la educación superior del siglo XXI, es que esta última deberá tener presente la calidad, la pertinencia, la internacionalización y la eficiencia para dar respuesta a los desafíos y exigencias de un mundo en constante cambio y desarrollo"; (P.52) ya que "…las universidades tienen un aporte bastante limitado con respecto al desarrollo de la cultura, conocimientos, habilidades creativas y productivas, así como para enfrentar las tendencias actuales y futuras que plantea la sociedad global". (P.56)
Taken from: http://www.monografias.com/trabajos49/teoria-constructivismo/teoria-constructivismo.shtml